«Las micro, pequeñas y medianas empresas tienen que evolucionar, meterse en la tecnología, actualizarse de manera permanente. Hay algunas que se quedan en el tiempo”.Carolina Blomberg, de 44 años, jamás imaginó que su gusto por la cocina terminaría convirtiéndose en su negocio.
Recuerda que desde su infancia le gustaba experimentar y “crear nuevos platos”. Esa pasión la llevó a fundar Annicake, que luego se transformó en Annilunch, mediana empresa que brinda el servicio de catering (proveedor de comida institucional), desde el 2002 en Guayaquil.
El negocio es parte de las denominadas mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) que cada 27 de junio celebran su día internacional.
En Ecuador estos tres sectores representan el 99,55%, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) del 2017. El segmento de mayor participación son las microempresas con un 90,78%, seguido de las pequeñas con 7,22% y las medianas con 1,55%. El grupo se concentra en las áreas de servicio y comercio, de acuerdo con el INEC.
José Massú también es parte de los porcentajes. Hace más de 40 años llegó desde Chile y lleva 37 como microempresario bajo el nombre comercial de Superpez, negocio que inició con la venta de pescado y pasó al lomo fino y salón. Distribuye su producto a una cadena de supermercado.
Señala que aunque pasó varias crisis económicas, las supo enfrentar: “En el 2018 (la venta) fue bajísima e incluso a inicios del 2019, pero ahora ya me estoy empezando a recuperar”, asegura.
Los empresarios Blomberg y Massú cuentan que iniciar un negocio no es fácil y que lo más difícil es mantenerse. «Las micro, pequeñas y medianas empresas tienen que evolucionar, meterse en la tecnología, actualizarse de manera permanente. Hay algunas que se quedan en el tiempo”. Francisco García,presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas.
Ellos sostienen que las estrategias en el mercado, independientemente del producto o servicio que se ofrezca, siempre deben innovar y tener un “ahorro” ante las eventualidades que se puedan presentar.
Con esto concuerda Andriana Amaya, profesora de la Espae – Escuela de Negocios de la Espol. Ella indica que evaluar las necesidades del mercado es uno de los primeros pasos a cumplir para quienes desean ser parte de las mipymes. “Al hacer esto ofrecerán una propuesta de valor sólido que determinará la razón por la cual un consumidor elegirá comprar a (la opción) B en vez de (la opción) C”, explica.
Sin embargo, para Francisco García, presidente de la Cámara de la Pequeña Industria del Guayas, emplear una serie de estrategias no son suficientes sino hay apoyo. “Una persona que quiere salir adelante tiene que acceder a un crédito microempresarial y es demasiado alto para quienes inician”, manifiesta.
García, además, cree que no hay una formación para el emprendedor: “No solo en temas de administración sino productivos. (Por ejemplo), en Ecuador son muy pocos los centros especializados en soldadores, madereros, industriales…”.
De su lado, Amaya indica que los altos costos de la materia prima también retrasan el crecimiento de las mipymes.
Por ello, García cree conveniente que se eliminen aranceles, sobre todo en lo industrial. “En la economía de empresas para poder mejorar y cambiar se necesitan incentivos a la producción”, señala.
Fuente: Diario El Universo (EC)