[:es]El pulso que tiene enfrentadas a las dos economías más grandes del mundo -Estados Unidos y China- por el desequilibrio en la balanza comercial a favor del país asiático, podría poner a Colombia como ganador en este duelo de gigantes.
El gobierno de la administración de Donald Trump adelanta un severo plan para imponer aranceles a las importaciones chinas, principalmente las de acero y aluminio, para compensar el desequilibrio. Recientemente, reveló una lista inicial de 1.300 productos con una tasa aduanera del 25% a bienes importados de la China por valor de 50.000 millones de dólares. La primera ola de aranceles abarcará 34.000 millones de dólares en bienes y entrará en vigor el 6 de julio.
Sin embargo, las represalias chinas no se han hecho esperar y Pekín ha contestado con el aumento de los aranceles a las importaciones agrícolas procedentes del país norteamericano, por el mismo valor y porcentaje. En medio de esta disputa de grandes, pequeños como Colombia pueden sacar provecho para salir favorecidos.
Y el martes en la noche, Trump amenazó nuevamente a China con aranceles hasta por 200.000 millones de dólares más, principalmente a productos tecnológicos.
Para Javier Díaz, presidente de Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) lo que tiene que hacer Colombia es mirar cómo el país puede aprovechar mejor el acuerdo comercial con Estados Unidos, un tema que tiene que pasar por la facilitación del comercio exterior desde Colombia.
“Lo que uno observa es que varias empresas quieren desarrollar al país como un centro de redistribución de mercancía en la región, pero hacer esa operación desde Colombia está resultando muy compleja por temas de trámites, de requerimientos e inspecciones”, anota Díaz.
De acuerdo con el dirigente, en el país hay empresas que desarrollan esta actividad desde Cartagena y los tiempos para hacerlo llegan a tardar hasta 45 días, por los trámites aduaneros. “Con esos números es imposible pensar que Colombia puede jugar en el mercado internacional”, añade.
Es un retroceso en los avances del libre comercio que golpearía a las cadenas globales de valor.
Por otro lado, Díaz destaca la importancia de aprovechar las oportunidades que se pueden abrir en el mercado asiático porque ellos son grandes importadores y lo necesitan.
¿OPORTUNIDAD PARA QUE EL AGRO AMPLÍE SU PRESENCIA?
Jorge Bedoya, presidente de Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), señala que el sector está a la expectativa de lo que pueda pasar con el desenlace de este enfrentamiento, con el fin de conocer cuáles serían esos productos que lleguen a generar una oportunidad de acceso al mercado agropecuario de Estados Unidos y China.
“En principio pensaría que pueden ser más las oportunidades en el mercado de la China, particularmente con productos de proteína de origen animal”, destaca el directivo, al tiempo que añade que esto no terminaría siendo completamente una oportunidad.
“Si el gobierno chino le pone aranceles a Estados Unidos en carne de cerdo, de nada nos serviría esa oportunidad si no hay una apertura de la admisibilidad sanitaria. Es decir, si yo tengo arancel cero, pero no tengo la certificación del ICA de Colombia o no hay nada acordado frente a los protocolos de admisibilidad sanitaria, no necesariamente es una oportunidad de acceso”, explica.
En ese orden de ideas, Bedoya es enfático en decir que hay que tener presente que en el tema de sanidad e inocuidad los países se rigen por unas reglas bastantes fuertes, “porque quieren proteger sus fronteras no solamente en lo comercial sino en temas de sanidad animal. Esos estándares son muy estrictos”.
¿QUÉ ACCIONES DEBERÍA TOMAR EL GOBIERNO EN ESTE CASO?
La Directora de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia) y exministra de Comercio, María Claudia Lacouture, sugiere que en este caso el país debe seguir avanzando en la diplomacia comercial y mantener un diálogo binacional con las autoridades de Estados Unidos, con el fin de ofrecer a los empresarios la información sobre las oportunidades que surjan.
“Hemos propuesto desde la AmCham Colombia desarrollar una estrategia con los empresarios y gremios que permita dar a conocer al gobierno del presidente Trump la complementación que hacen de sus productos, que somos un aliado y trabajamos de la mano de la empresa americana”, asegura la directora de AmCham.
Lacouture también anota que esta guerra comercial no beneficia absolutamente a nadie y solo deja perdedores en diferentes niveles. “Se trata de un retroceso a los avances del libre comercio que golpearía a las cadenas globales de valor, que han favorecido la integración comercial”, dice.
Sin embargo, destaca que los sectores que, de cierto modo, tienen la oportunidad de sacarle provecho a los nuevos aranceles que se imponen de lado y lado son la industria de los materiales y partes de construcción, que ya de hecho juegan un papel relevante en la canasta exportadora de Colombia hacia el país norteamericano.
“El año pasado se exportaron cerca de 130 millones de dólares a Estados Unidos y que podrían aumentar su protagonismo gracias a los aranceles del 25% que impuso Trump a esta misma clase de productos provenientes de China”, asegura.
Por otro lado, están las máquinas utilizadas para trabajar el metal. “El año pasado se exportaron 1,5 millones de dólares alcanzando su máximo histórico y a las que, si vienen de China, Estados Unidos impondrá un arancel del 25%, por lo que los compradores norteamericanos podrían ver en Colombia un potencial proveedor de estos productos”, explica.
Adicionalmente, la maquinaria para diversos usos, que el año pasado presentó un aumento de alrededor del 900% en sus exportaciones a Estados Unidos, llegando a 267.000 dólares en exportaciones, podría continuar con esa tendencia positiva gracias a las medidas arancelarias de la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR) sobre la maquinaria de todo tipo importada desde China.
Finalmente, Martín Gustavo Ibarra, experto en comercio exterior y política internacional, resalta la importancia de que el país sea consciente de las oportunidades que se abren en el mercado internacional y destaca a las zonas francas como mecanismo para aprovecharlas.
“Tenemos que simplificarlas y mejorarlas (…) La mayor prioridad es prorrogar los plazos y la segunda es crear una comisión nacional de zonas francas y de comercio exterior para crear un diálogo permanente en donde se solucione en detalle los procedimientos, muchos de los cuales están grabados”, agrega Ibarra.
Y puntualiza en que de todos los países con los que Estados Unidos tiene acuerdos de libre comercio, Colombia es el que tiene las condiciones de origen más flexibles.
FUENTE: DIARIO PORTAFOLIO (CO)[:]