Actualmente nos encontramos en una situación en la que la demanda de contenedores sigue creciendo, especialmente en el Transpacífico, creando cada vez más problemas no sólo en acceso a la capacidad de los buques, pero también acceso al equipo de los contenedores», expone Lars Jensen, de SeaIntelligence Consulting en el boletín de Baltic Exchange.
Además, explica, este aumento se produce en un momento en que especialmente en Europa y América del Norte, se observa una vez más un aumento de la curva del coronavirus (Covid-19), y los principales países europeos vuelven a aplicar medidas de cuarentena.
Según el analista, al mirar la evolución de la capacidad en 2020, incluyendo lo que los planes actuales de las navieras para el 4T20, se observan claras señales de inestabilidad.
En la ruta Transpacífico, la capacidad general desplegada en el segundo trimestre bajó un 11% comparado con el segundo trimestre del año pasado. Si las líneas navieras mantienen su despliegue actual los planes del 4T verán un aumento neto de la capacidad en comparación con el 4T del año pasado de un 23%.
Las oscilaciones de capacidad sobre una base semanal resultan mayores. Inmediatamente después del Año Nuevo Chino, la capacidad de la ruta Transpacífico se redujo en un 50%. Luego hubo una breve ventana en la que China reabrió y el resto del mundo aún no se ha visto afectado por la pandemia. Marzo tuvo una semana en que la capacidad en el Transpacífico fue realmente un 20% más que en el año anterior. Tras la aplicación de las cuarentenas la capacidad del Pacífico se redujo en más del 30% interanual sólo 6 semanas después de la cifra obtenida en marzo.
Al llegar a agosto- continúa Jensen, una vez más se observó un crecimiento de la capacidad por encima del 20% interanual y en octubre hubo dos semanas con un aumento de la capacidad anual por encima de 28%, hecho que la actual capacidad prevista por las líneas navieras muestra que se repetirá a mediados de noviembre.
En medio del auge impulsado por los dramáticos cambios en el comportamiento del consumidor estadounidense, se observa que la capacidad semanal se eleva a 570.000 TEUs.
Otra forma de verlo, indica el analista, es notar que a medida que el mundo fue impactado por la propagación de la pandemia en la primavera (septentrional) de 2020, la capacidad en el Transpacífico bajó a 340.000 TEUs/semana en el peor momento. Ahora- en medio del auge impulsado por los dramáticos cambios en el comportamiento del consumidor de Estados Unidos- se observa que la capacidad semanal se eleva a 570.000 TEUs.
De manera similar, en la ruta Asia-Europa, donde el brote pandémico causó que la capacidad cayera hasta 290.000 TEUs, sólo para observar ahora un peak de 450.000 TEUs. O, aún más extremadamente, en la ruta Costa Sudeste de Asia -América donde el brote en un momento dado dio lugar a un solo itinerario directo semanal con una capacidad semanal de 8.500 TEUs frente a una capacidad se disparó en octubre por encima de los 50.000 TEUs.
«Estas oscilaciones extremas de la capacidad son un resultado directo de la nueva habilidad para gestionarla eficazmente a nivel comercial, combinado con cambios mayores e impredecibles en la demanda», concluye Larsen.
Al mirar hacia los próximos meses, Jensen estima que el consenso del mercado parece ser que el actual auge de la demanda persistirá durante varios meses más. «Sin embargo, hay que tener en cuenta la rapidez con la que la situación ha demostrado que cambia en múltiples ocasiones ya en 2020. El cierre de China, reapertura de China, cuarentena en el resto del mundo, auge de la carga en Norteamérica…», indica.
«Todos estos eventos desplazan los flujos de demanda en un lapso de sólo semanas. Y mientras que las líneas navieras se han vuelto en expertos para ajustar la capacidad a un a un ritmo igualmente rápido, hay elementos de la cadena de suministro que no pueden ajustarse con la misma rapidez. Esto se ve ahora mismo en la disponibilidad de contenedores donde la escasez aguda está causando una presión ascendente extrema en las tarifas de flete», expone Jensen.
Según Jensen, al mirar los acontecimientos de los próximos meses, los actores del mercado deben considerar cuidadosamente cuán sólido y predecible realmente creen que son sus evaluaciones de los flujos de demanda- especialmente cuando ven los datos anteriores sobre la magnitud y la velocidad con la que hemos visto cambios fundamentales dentro de 2020 cuando la propagación del virus ha cambiado.
FUENTE: MUNDO MARITIMO (CL)