La Secretaría de Hacienda del país está optando por una nueva estrategia fiscal para Petróleos Mexicanos a partir del próximo año que facilitará una “reducción importante” de las contribuciones de la compañía, comentó Octavio Romero en una entrevista, sin dar una estimación del monto que se ahorrará.

Los recortes graduales, que se efectuarán en un período de cinco años, complementarán las exenciones fiscales incrementales anunciadas en febrero equivalentes a 90.000 millones de pesos (US$4.720 millones) durante seis años. Señaló que el nuevo régimen fiscal se anunciará en “los próximos días” y se empleará en lugar de utilizar unos US$7.000 millones del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios, conocido como FEIP, medida planteada anteriormente por la secretaría.

Los beneficios fiscales se suman a una serie de medidas destinadas a apuntalar las finanzas de Pemex, cuya deuda de US$106.500 millones es la mayor en la industria petrolera. Los fondos podrían permitir a Pemex evitar otra rebaja de su calificación crediticia luego de que Fitch Ratings dejara su valoración un escalón por encima del nivel “basura” a fines de enero y propiciaría una entrada de liquidez muy necesaria.

“La idea es permitir que Pemex cumpla con su inversión planificada y no crear una situación onerosa para las finanzas públicas”, explicó Romero, de 60 años, en una entrevista en Tabasco, estado del proyecto energético insignia del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, una refinería de 300.000 barriles diarios cuya construcción y operación está a cargo de la petrolera. “Apunta a lograr un equilibrio”.

Los recortes fiscales se sumarían a la firma de un crédito sindicado de US$8.000 millones, de los cuales US$2.500 millones pagarán deuda actual y US$5.500 millones reemplazarán algunas líneas de crédito. La compañía busca no agregar deuda neta este año o el próximo año, aclaró Romero.

López Obrador asignó a Pemex la gestión de las obras de una séptima refinería luego de que ninguna de las compañías invitadas a participar en la licitación del proyecto cumpliera con el ambicioso plazo de construcción de tres años y el presupuesto de US$8.000 millones del gobierno.

El gobierno designó 50.000 millones de pesos para la refinería Dos Bocas este año y los demás fondos están “garantizados” en el presupuesto, afirmó Romero. Pemex gestionará el proyecto de manera conjunta con la Secretaría de Energía y contratará a empresas privadas para construir las unidades de la refinería, detalló.

La petrolera también apunta a reconfigurar sus seis refinerías actuales para que funcionen a cerca del 90% de su capacidad en dos años frente al 35% de la actualidad, indicó Romero.

Pemex suscribirá en mayo contratos por 20 campos que le permitirán aumentar la producción este año, informó Romero. La compañía se enfoca en la perforación de yacimientos terrestres y en aguas someras, más sencilla y menos costosa que en el caso de las áreas de aguas profundas.

Los 20 bloques, agregó, eventualmente ayudarán a paliar los declives en el campo petrolífero más productivo de México, Ku Maloob Zaap. La compañía, cuya producción de petróleo viene en caída desde 2004, apunta a extraer 2,48 millones de barriles diarios en 2024, en comparación con los 1,66 millones del primer trimestre de este año.

“Esta inversión dará como resultado una mayor producción y generará más ingresos para el presupuesto y, finalmente, una mayor producción compensará” los menores impuestos de Pemex, aseguró Romero. “Lo primero que tenemos que hacer es detener la caída en la producción”.

FUENTE: DIARIO LA REPÚBLICA (CO)