El Centro de Investigación de la Caña de Azúcar (Cincae) ha lanzado su nueva variedad de caña, EC-10, al cumplir sus 27 años de investigación y desarrollo. Esta variedad marca un paso importante en la agricultura nacional, destacándose por su crecimiento acelerado y un rendimiento superior al de la variedad EC-09, que ha dominado los cultivos en la región.
Edison Silva, director técnico del Cincae, explicó que la nueva EC-10 podría incrementar el rendimiento de caña en un 3% a 5% en comparación con la EC-09, que ha registrado más de 100 toneladas por hectárea. “La variedad EC-10 se presenta con altas expectativas de rendimiento, lo que beneficiará tanto a los ingenios como a los cañicultores,” afirmó Silva.
“Este avance no solo representa una mejora en la productividad, sino que también tiene el potencial de fortalecer la economía agrícola en el país” acoto.
Un Proceso de Investigación Exhaustivo
El desarrollo de la EC-10 ha sido un proceso largo y meticuloso, que abarcó 16 años en total: cinco años de desarrollo y cuatro años de pruebas en colaboración con ingenios locales. La variedad EC-10 es el resultado de un esfuerzo colectivo por aumentar la producción nacional de caña de azúcar y reducir la dependencia de variedades importadas, contribuyendo así a la seguridad alimentaria del país anotó el investigador.
Variedades en Cultivo y Resiliencia ante Enfermedades
Hasta la fecha, el Cincae ha liberado diez variedades de caña, de las cuales siete se siguen sembrando activamente, cubriendo alrededor del 70% del área cultivada en los ingenios. Silva enfatizó que todas estas variedades han sido diseñadas para resistir las principales enfermedades y ser tolerantes a las plagas más comunes en la región, lo que es crucial para la sostenibilidad de la producción.
Disponibilidad y Apoyo Financiero
La EC-10 estará disponible para los productores en un plazo estimado de dos años; sin embargo, algunos agricultores ya han comenzado a sembrarla este año. Silva destacó que, aunque el proceso de producción de semillas puede ser prolongado, confía en que la nueva variedad se establecerá rápidamente en el mercado.
El Cincae ha contado con un apoyo financiero significativo por parte de los ingenios, que han invertido cerca de 50 millones de dólares en los últimos 23 años. En un esfuerzo conjunto por el desarrollo agrícola, los cañicultores han comenzado a contribuir con un 1% del precio de la tonelada de caña, una práctica que se ha implementado en los últimos cuatro años.
Un Centro de Investigación Único en Ecuador
Juan Pablo Vela, director ejecutivo del Cincae, destacó la singularidad de la institución en Ecuador. “Aparte de la investigación estatal, somos el único centro de investigación privado enfocado en caña de azúcar. Este esfuerzo comenzó hace 27 años gracias a la iniciativa de varios ingenios azucareros que buscaban prevenir problemas similares a los que enfrentan cultivos en otros países,” explicó Vela.
Impacto del Consumo de Azúcar y Perspectivas Futuras
Ante el debate actual sobre la reducción del consumo de azúcar, Silva afirmó que la demanda sigue siendo robusta. “A pesar de un pequeño descenso en el consumo per cápita, la población sigue creciendo, y el azúcar sigue siendo una fuente de energía accesible para muchos, especialmente para aquellos con menos recursos,” comentó.
En Ecuador, se cultivan aproximadamente 70,000 hectáreas de caña de azúcar, con un rendimiento promedio nacional de 75 toneladas por hectárea. Vela también subrayó la importancia de comparar estos datos con los de países vecinos como Perú y Colombia, donde los rendimientos son más altos, alcanzando hasta 150 toneladas por hectárea. Las diferencias en factores como la luminosidad y el clima influyen en estos resultados.
Enfoque en la Sostenibilidad y Nuevas Variedades
El Cincae se enfoca en el desarrollo de nuevas variedades, como la prometedora EC-11, que podría ofrecer aún mayores rendimientos. El directivo concluyó diciendo que el objetivo del centro es garantizar la sostenibilidad de la producción de caña de azúcar en el país, en un contexto marcado por el cambio climático y la aparición de nuevas plagas. “Debemos avanzar hacia una agricultura más intensiva en productividad, maximizando el rendimiento por hectárea y mejorando la concentración de sacarosa, lo que beneficiará tanto a los productores como a la industria en general.”
Fuente: El Productor