La karateca Jacqueline Factos trabaja hace unos seis meses en su forma de afrontar las competencias. La cuarentena por covid-19 la aprovecha para afinar detalles en su técnica.
Lograr la adaptación a un nuevo estilo de combate y el mejoramiento de sus habilidades técnicas son los objetivos que la karateca ecuatoriana Jacqueline Factos se planteó durante la cuarentena decretada por el gobierno debido al covid-19 (coronavirus).
Para Tokio 2020, el Comité Olímpico Internacional aceptó por primera vez al karate para la cita planetaria, que por la pandemia se aplazó para el verano del próximo año.
Esto dio la posibilidad a la ecuatoriana de 35 años de preparase más y alcanzar uno de los 10 cupos en la categoría de los 61 kilogramos.
Para la quiteña, el karate ha evolucionado mucho a raíz de que se volvió un deporte olímpico y sigue esa tendencia de cara a los Juegos del 2021.
«Tengo un nuevo entrenador que es el dominicano Dionisio Gustavo, con el que venimos implementando un nuevo estilo de combate, con el que queremos llegar al campeonato preolímpico para poder obtener el cupo a la olimpiada”, dijo.
Factos aprovecha el tiempo del aislamiento obligatorio para mejorar la parte técnica y algunos puntos débiles que tenía y “pienso que para eso esta cuarentena ha sido buena de alguna forma”, comentó a EL TELÉGRAFO.
Ahora tiene el tiempo para trabajar en pequeños detalles que antes no lo podía hacer. Este periodo lo está tomando como una pretemporada, en la que se puede poner un poco más fuerte en varios aspectos.
Porque no tiene la premura del tiempo que tenía antes con la cercanía de las competencias o de que en un mes es el campeonato principal de la campaña y tiene que estar a punto.
“Entonces te saltas pequeñas cosas, porque no le puedes dar el tiempo a todas las fases. Y en este momento estoy tratando de fortalecerme al 100%”, enfatizó.
El nuevo tipo de pelea es mucho más exigente físicamente, requiere más resistencia muscular en las piernas porque es mucho más intenso sobre el tatami.
Algo que vienen trabajando hace unos seis meses, junto con Gustavo, sin embargo ahora en casa lo están afinando en las posiciones de combate, las ofensivas y defensivas.
Con Dionisio Gustavo, que es el entrenador de la selección nacional, se contactan vía on line, pese a que él vive en Quito y por las restricciones de movilidad usan la tecnología para los entrenamientos.
“Hay que adaptarse, ser creativos y ser positivos, porque si te pones a buscar el lado malo, que nada es perfecto, que no estamos en las condiciones ideales, esto va a ser más difícil, así que hay que tratar de mantenerse tranquilos y positivos”, mencionó la karateca que se ubica en la décima plaza del ranking mundial.
Los entrenamientos los desarrolla alrededor de tres horas diarias, siempre con la presencia del entrenador a través de Zoom, quien corrige detalles, da ejercicios creativos, pone rutinas y todo lo maneja así para mantenerse en forma.
La Tricolor dispone de un pequeño gimnasio, con tatami, donde “realizo mis prácticas individuales. Entonces tengo un espacio grande, con algunos equipos”, sostuvo.
Las circunstancias impuestas por el coronavirus no son las ideales para un deportista de élite y más en el karate, porque no pueden entrenar con los compañeros, le hace falta un sparring, entre otros aspectos.
Sobre la olimpiada japonesa, la pentacampeona panamericana entre 2012 y 2015 (en 2014 ganó en su categoría y en la open) contó que a su categoría (-61 kg) clasifican apenas las 10 mejores del mundo.
Los cupos se reparten: cuatro directos en el Preolímpico, que se diputará en mayo de 2021, otros cuatro del ranking, la karateca local y una que recibe una carta de invitación.
Además de entrenar, en los tiempos libres se dedica a cuidar y jugar con su perro Bruno, que se desespera por salir al parque, pero ante el toque de queda Jacky lo entretiene en el patio con juegos. (I)
Fuente: Diario el telegrafo