La gestión y optimización de los almacenes es, sin duda, un factor clave en las empresas de logística para generar valor añadido a la cadena. Es ahí donde los anglicanismos de picking y packing, adquieren relevancia… dos procesos diferentes, pero complementarios.
El picking se podría definir como la preparación los pedidos para los clientes, que es un desafío para cualquier empresa dentro de su cadena de suministros. En MoldStock Logística destacan que la traducción de este concepto se aproxima a “recogida, selección o recolección”, lo cual aporta una idea mucho más clara sobre de qué se trata.
El picking consiste básicamente en la preparación de los pedidos, abarcando todo el proceso (desde su recogida hasta su destino), y cuyo fin principal es el de mejorar los tiempos y la eficiencia. El proceso de la preparación de los pedidos puede ser automatizado, manual o mixto, y el lugar donde se preparan las mercancías se denomina la “zona de picking”.
En tanto, packing, este concepto se puede traducir como “empaquetar, armar o hacer”. Tal y como se puede intuir, el packing se refiere al empaque, el embalaje y el envase de los productos. En este proceso se atiende a las propiedades tanto físicas como químicas de los productos. Su importancia es vital en varios sentidos: por una parte, el resultado del packing va a ser la primera impresión que tenga el cliente, y por otra, debe tener muy en cuenta el proceso de transporte y almacenaje.
El sector del transporte y la logística no deja de ganar importancia dentro de España, hasta el punto de suponer actualmente el 8% del Producto Interior Bruto del país. Así mismo, las empresas de logística ya generan en torno a un millón de puestos de trabajo, y se prevé que las cifras aumenten en el futuro gracias al fuerte empuje del comercio electrónico. Todo esto no hace más que recalcar la especial relevancia de las labores de picking y packing en el actual contexto logístico.
En BCN Euro Express destacan que generalmente, los pasos del proceso de picking y packing son los siguientes:
• Recepción de los pedidos.
• Introducción en el sistema.
• El sistema confirma el recorrido para optimizar el picking.
• Una vez que tienes todas las unidades del picking organizadas procedes a empaquetarlas según el pedido “packing”.
• Se debe adjuntar un albarán y factura al pedido e indicar el destino del pedido. Además, se debe registrar en el sistema y en el albarán el peso del pedido.
• Organizar los pedidos por palets dependiendo del destino.
El proceso de preparación de pedidos se come más de la mitad de los costes de un almacén. Por eso mismo, optimizar el proceso es una tarea importante a realizar si queremos tener un almacén eficiente.
De esta forma, también establecen que existen varias formas para optimizar el proceso, las más relevantes son:
• Discreto: El trabajador del almacén realiza un pedido y no lo suelta hasta terminar. Este es el más sencillo de todos, pero es el menos eficiente, ya que el trabajador debe recorrer grandes distancias para completar un pedido.
• Zonas: El objetivo es reducir la distancia que debe recorrer el operario del almacén para realizar pedidos, por lo que cada trabajador se le asigna una zona.
• Lotes: El objetivo es rentabilizar los desplazamientos de cada trabajador. Por tanto, aprovecha el desplazamiento para obtener en mayor número de unidades del mismo.
En Embalex destacan que si bien el picking y el packing, son dos procesos diferentes, entre ellos son complementarios, ya que el picking prepara el pedido antes de ser empacado y después, el packing se encarga del embalaje del producto, agregando que son tareas de vital importancia, ya que un error durante estos procesos puede ocasionar entregas incorrectas, daños en la mercancía o retrasos en la entrega.
FUENTE: Mascontainer.com (Ch)