Con el aumento de la expectativa de vida las personas, si cuidan de su salud y nutrición, podrán compartir y vivir más experiencias con sus seres queridos.
En las últimas décadas el incremento en la población mundial y la expectativa de vida ha incrementado. Durante el último siglo la población mundial se cuadriplicó y las estimaciones indican que en las próximas décadas se duplicará nuevamente. Así mismo, la esperanza de vida ha mostrado incrementarse de forma significativa, antes del año 1800 se situaba en los 32 años, en países como Suecia para el año 1900 se encontraba en los 50 años y en la actualidad se estima en los 82 años.
Las dinámicas demográficas, cambiantes de acuerdo con las poblaciones, muestran diferentes escenarios, de acuerdo con las tasas de natalidad, mortalidad y expectativa de vida. Los países desarrollados muestran en general bajas tasas de natalidad y una mayor expectativa de vida, lo cual conduce a tener una población mayor de 40 años con más frecuencia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%. Por supuesto muchos países aún se encuentran en este proceso de transición”. Esto, sumado a los avances tecnológicos, médicos y la mejoría en las condiciones de vida de las personas, ha modificado el perfil de enfermedades que se presentan en las poblaciones. Es decir, cada vez hay una población más envejecida en todo el mundo.
Existen algunas aproximaciones al concepto del envejecimiento. Se ha definido el envejecimiento como aquel proceso que conduce al deterioro persistente en los componentes que se encargan de mantener el estado natural del cuerpo debido al deterioro fisiológico. También se le ha definido como el proceso de deterioro progresivo de la función fisiológica que dirige a un incremento de la mortalidad dependiente de la edad. Son varios los elementos importantes que surgen de estas definiciones: capacidad funcional, aparición de enfermedades y mortalidad dependiente de la edad. Ellas entonces, definen el envejecimiento como etapa de la vida, sin embargo, es claro que no comienza a la misma edad cronológica (años cumplidos) en todas las personas.
En una investigación reciente se intentó evaluar a qué edad comienza el proceso de envejecimiento del cuerpo mediante la medición de la actividad y expresión de diversas proteínas relacionadas con el envejecimiento, siendo evidente que en promedio los 34 años es la edad en la cual comienza. Existe por supuesto en algunos casos la discordancia entre la edad cronológica y la edad biológica, es decir la edad identificable de acuerdo con el estado del cuerpo.
La evaluación de las metilaciones del ADN mitocondrial y nuclear es un método empleado en la actualidad para evaluar el envejecimiento y sirve como predictor de mortalidad. El envejecimiento prematuro deteriora la calidad de vida y está relacionada con el desarrollo de diversas enfermedades y sus desenlaces.
Diferentes procesos biológicos están implicados en el proceso de envejecimiento dentro de los cuales se destacan: Acumulación de mutación de la información genética por su constante reproducción, daño por agentes oxidantes en las diferentes células del cuerpo, estado inflamatorio sostenido en el tiempo, pérdida de eficiencia de la función de las estructuras energéticas de las células, deterioro de la eficiencia de las células madre que permiten regenerar tejidos, disminución de la eficiencia del sistema de defensas y reparación del organismo.
En este contexto, la ampliación de la esperanza de vida ofrece oportunidades, no solo para las personas mayores y sus familias, sino también para las sociedades en su conjunto. En esos años de vida adicionales se pueden emprender nuevas actividades, como continuar los estudios, iniciar una nueva profesión o retomar antiguas aficiones. Además, las personas mayores contribuyen de muchos modos a sus familias y comunidades. Sin embargo, el alcance de esas oportunidades y contribuciones depende en gran medida de un factor: la salud y en ese factor, la alimentación es un eje fundamental dentro de la conservación del estado de salud y para la reducción de la velocidad con la cual se produce el envejecimiento. Acá algunos tips para llegar a la adultez con una buena calidad de vida y cuidado de la salud.
• Evite el consumo de alimentos fritos o aquellos ricos en grasas saturadas.
• Consuma todos los días al menos dos porciones de frutas y dos de verduras. Las frutas de color amarillo o rojo son una muy buena opción.
• Introduzca en la alimentación frutos secos sin aditivos.
• Prefiera el uso de aceites vegetales .
• Consuma cada semana dos porciones de pescado, preferiblemente de mar.
• Evite el consumo de azúcar refinada como endulzante. Prefiera el uso de endulzantes como la miel de abejas que otorga beneficios en el control del proceso del envejecimiento.
• No consuma bebidas alcohólicas o hágalo con moderación.
• El ejercicio no puede faltar ya sea bailar, montar en bicicleta o la actividad que prefiera es un buen aliado para estar en forma.
Médico y Presidente de la Sociedad Colombiana de Apiterapia.
Fuente: Diario El Espectador.(Cl)