Desde que se conoció su postulación al Nobel de Fisiología por el control de la sigatoka negra con agua y ozono, a Ángel Llerena lo ha llamado todo el mundo. Los amigos que nunca ve, la prensa, los bananeros ávidos de información, científicos y hasta el presidente Lenín Moreno.
Una rutina nueva para este científico guayaquileño, sencillo, que tiene la cura para la enfermedad más costosa, para el cáncer del banano, que saca cada año 400 millones de dólares del bolsillo de los productores ecuatorianos.
Ayer, Diario EXPRESO recorrió la finca Comarcara, en Alfredo Baquerizo Moreno (Jujan, Guayas), donde durante 5 años ha hecho las pruebas de ozono mezclado con agua que hace llover sobre dos hectáreas de banano en lugar de fungicidas mezclados con aceites o fijadores. No es la única finca. Tiene otras cuatro donde también aplica el sistema con el que ahora solo controla la sigatoka negra, pero que ya tiene en la mira a la raza 4 del aterrador mal de Panamá que devastó el gross michel.
Ángel Llerena se hizo famoso en la comunidad científica internacional luego de sus conferencias alrededor del mundo, una de ellas en la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid, donde fue observado por la Universidad Agraria de La Habana ‘Fructuoso Rodríguez Pérez’, quien lo invitó a Cuba.
Fue dicha universidad la que envía su candidatura al Comité Nobel Noruego que otorga los Nobel, donde universidades acreditadas y con historial de investigaciones realizadas pueden postular.
Hoy los resultados están documentados y con patente: cero uso de fungicidas y reducción de costos en un 40 % por control de sigatoka, 25 % de mayor productividad (el ozono hace también que los nutrientes del suelo estén disponibles para la planta) y cero contaminación al ambiente.
En la plantación que el ingeniero Marcos Vergara le cedió en Jujan para hacer los ensayos puede comparar los resultados con otro lote en la misma empresa donde se usa métodos convencionales. Pero no solo Vergara lo apoyó. La idea nace luego que su amigo Cristóbal Aguirre quebrara con su empresa. Él vendía agua con ozono, pero salió tanta competencia que quebró y le quedaron solo los equipos.
Un día él me dice, Ángel ¿qué podemos hacer con los equipos, los podemos usar en agricultura? Aguirre es ahora su investigador adjunto y junto con él comenzó a probar el sistema en el cultivo de soya controlando con éxito la cercóspora. Pero los fungicidas usados en esta leguminosa son nada comparados con los 5 millones de litros de fungicidas que se usan en banano.
Ya en las plantaciones de guineo se idearon un cuarto donde mezclan agua con ozono que expulsan por tubería dos metros más alta que una planta con el sistema de aspersión que causan un efecto de lluvia, similar al de la fumigación de una avioneta.
El costo es de alrededor de $ 500 por hectárea frente a los 800 o 1.000 que se gasta en fumigaciones aéreas en promedio, aunque en zonas más húmedas, con más incidencia de hongos, este costo puede duplicarse o triplicarse.
Detalles
En la lista
Nominados 3 de Ecuador
Carlos Tobar, creador de la doctrina de la legitimidad democrática, fue nominado en 1909 a Premio Nobel de la Paz. En 1935 Víctor Manuel Rendón fue nominado para el Premio Nobel de Literatura. Galo Plaza Lasso, expresidente de la República, también fue nominado (Paz) en 1965.
Problemas
Los bloqueos, a la vista
Desde el primer año que comenzó el ensayo siempre fue “bloqueado” por empresas que tienen interés (producen o venden fungicidas). “En los foros bananeros que nos han invitado, nos han bloqueado con artimañas, porque esto va a sacarnos del mercado”.
Mal de panamá
La mira en el Fusarium
Ángel Llerena aisló del hongo del mal de Panamá raza 1 y le aplicó ozono a nivel de laboratorio: el resultado es el mismo, elimina al hongo. La Universidad de Tailandia, lo llevó por tres semanas, el mes pasado, para empezar a trabajar con la raza 4 que afecta a Asia.
FUENTE: DIARIO EXPRESO (EC)