El Banco Bolivariano de Ecuador emitió, este 27 de julio de 2023, un bono azul con incentivos al cumplimiento, el primero de su tipo en el mundo, por un valor de USD 80 millones.
El bono fue suscrito a partes iguales por BID Invest, el brazo de inversión en el sector privado del grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y el Instituto de Desarrollo Financiero de Canadá (FinDev Canadá). Cada uno suscribió USD 40 millones.
El BID Invest explicó en un comunicado que los recursos provenientes de la colocación del bono tienen como propósito principal la conservación de los océanos. Ese fin de conservación se buscará alcanzar a través de la promoción y ampliación del acceso a crédito para la producción sostenible de mariscos, la gestión de agua y de aguas residuales, y la gestión de residuos sólidos y economía circular.
Con ello se busca mitigar las consecuencias del cambio climático como la temperatura del mar, la mayor avidez de los océanos y el aumento del nivel del mar, que conllevan efectos como la decoloración de los corales, la destrucción del hábitat y la alteración de los patrones migratorios.
Entre los inéditos incentivos al cumplimiento de objetivos de este bono azul destaca la adherencia al Grupo de Trabajo para la Divulgación de Información Financiera Relacionada con la Naturaleza, lo que haría del banco emisor del bono uno de los primeros de Latinoamérica en adherirse al TNFD.
En caso de incumplir con los objetivos, se aplicará el pago de una comisión a los inversionistas por parte del emisor. Con este bono azul, Ecuador acumula siete bonos temáticos colocados por diferentes instituciones financieras, el mayor número de Latinoamérica y el Caribe, incluida la emisión anunciada el miércoles por la cooperativa Jardín Azuayo del primer bono social de diversidad e inclusión, con USD 20 millones suscritos por BID Invest y la cooperativa neerlandesa Oikocredit.
Los bonos azules son un instrumento financiero diseñado para recaudar capital para proyectos destinados a conservar y restaurar el océano y aprovechar el potencial de las industrias marinas sostenibles como la pesca, la acuicultura y las energías renovables. De este modo se pueden generar ingresos al tiempo que contribuyen a la conservación y restauración del ecosistema marino y se promueven actividades sostenibles para las poblaciones vulnerables y las mipymes, apuntó la fuente.
Fuente: Cámara Marítima del Ecuador