De acuerdo con el último reporte de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), las cifras de producción de acero crudo de la región en julio continuaron una tendencia de mejora, sumando un total de 4,450 millones de toneladas (Mt), lo que significó un aumento del 20% en comparación con el mes anterior. Sin embargo, ese total se mantuvo un 9% bajo los registros de julio del año anterior.
Los tres principales productores, México, Brasil y Argentina, registraron un aumento de 700.000 toneladas en comparación con junio. En cuanto a productos laminados, la producción de aceros largos creció un 17% en el mes, frente al 3% de planos. Mientras que, la producción de tubos sin costura sigue a la baja, luego de experimentar un retroceso del 26% respecto del mes anterior y del 69% en comparación con julio de 2019, como consecuencia de la crisis que atraviesa el sector de la energía.
La balanza comercial de América Latina sufrió una disminución del 21% durante el segundo semestre de 2020, en comparación con los tres primeros meses del año, pasando de las 15.641 TM a 12.410 TM. Por su parte, el consumo presentó un crecimiento del 6% respecto del mes anterior y alcanzó las 4.368 TM en junio, pero resultó un 16% más bajo que el mismo mes de 2019.
Las importaciones representaron el 39% del consumo durante el segundo trimestre, superando el 36% del trimestre anterior. Siendo este uno de los principales riesgos que enfrenta la industria latinoamericana, sobre todo considerando que el porcentaje proveniente de China y los países asiáticos llega «en condiciones de comercio desleal», Alacero reiteró su llamado a los Gobiernos de la región para enfrentar este reto. Según un nuevo estudio de la asociación, estas asimetrías representan un peligro para las cadenas de suministro y por tanto comprometen el futuro de la industria de acero de América Latina, ya que cerca de 60 puestos de trabajo se sustituyen por cada US$1 millón de productos metalmecánicos importado.
Por otra parte, las exportaciones se han mantenido con el 16% de la producción en los primeros seis meses del año. El aumento de las exportaciones y la caída de las importaciones entre mayo y junio en México pueden ser señales positivas sobre las expectativas en el mercado relacionadas con la recuperación de Estados Unidos.
En tanto, en Brasil la economía volvió a crecer, la demanda se recuperó y esto propició la reactivación de altos hornos de la industria después de un cierre de cuatro meses. Por su parte, Perú ya ha importado un 7% más que en el mismo período de 2019 y exportó un 41% menos, lo que representa un gran riesgo y es resultado de la política de libre importación que se impuso durante la cuarentena por coronavirus, desplazando la producción.
Recuperación del sector de la construcción
En Brasil la recuperación en «V» se debe en gran parte a la reanudación del sector de la construcción, por el apoyo financiero y la diversificación de las ventas de los productores a través de internet. El Índice de Confianza de la Construcción (ICST), elaborado por la Fundación Getulio Vargas (FGV), recuperó el 82% de las pérdidas registradas entre marzo y abril de 2020, y los fondos de inversión inmobiliaria también rindieron más que otros activos financieros.
En México, el valor de la producción de las constructoras creció un 2,4% en términos reales en julio con relación al mes anterior. En Argentina, la construcción muestra signos de recuperación parcial a medida que van flexibilizando la cuarentena. Mientras, Colombia toma medidas para su reactivación, pero en un proceso será gradual.
«Las cifras de julio indican que el sector de la construcción está repuntando más rápido y que la inversión en infraestructura es uno de los motores clave para la recuperación de la economía, ya que influye directamente en una gran cadena de sectores y empleos. Además, apoya condiciones dignas para la sociedad, como las relacionadas con vivienda, saneamiento y hospitales», dijo el director general de Alacero, Francisco Leal.
FUENTE: MUNDO MARITIMO