Las líneas navieras se enfrentan a una fuerte e imprevista congestión portuaria, además de retrasos en los cronogramas de los buques en todo el mundo. La situación se suma a la grave falta de tonelaje, lo que las obliga a aplicar blank sailings desde China justo en el momento en que estas salidas podrían generar ingresos récord, reporta Alphaliner.
Los puertos gemelos estadounidenses de Los Ángeles y Long Beach son los más afectados, ya que están recibiendo volúmenes de importación sin precedentes justo en el momento en que el COVID-19 ha reducido el número de estibadores y camioneros. A principios de esta semana, más de 1.000 trabajadores portuarios de California dieron positivo en los testeos de coronavirus, frente a los 694 casos del 17 de enero.
Alphaliner identificó 41 buques portacontenedores en el fondeadero de San Pedro o cerca de él a la espera de atracar a principios de esta semana, lo que equivale a una capacidad total de 336.500 TEUs. Incluyendo los 27 buques ya atracados el lunes 1 de febrero, la flota total de portacontenedores que se encuentra actualmente en la zona de LA/LB representa una capacidad de no menos de 579.100 TEUs.
Los tiempos de espera de los portacontenedores superan ahora a menudo la semana. Para poder seguir ofreciendo salidas semanales, las líneas navieras se ven obligadas a prolongar la duración del viaje de ida y vuelta de sus servicios en al menos una semana, lo que hace necesario un buque más por servicio.
Para los 29 servicios de la ruta Transpacífico que sirven actualmente a LA/LB, las líneas navieras necesitan implementar 7 buques Neopanamax de 14.000 TEUs, 15 portacontenedores de 8.000-11.000 TEUs y 7 unidades de 3.400-6.500 TEUs. Según las estimaciones de Alphaliner, fletar estos 29 buques a las tarifas actuales del mercado para mantener los servicios supondría un costo colectivo diario de la sorprendente cifra de US$1.415.000.
Sin embargo, este costo adicional es puramente «hipotético», ya que el mercado de fletamento sigue agotado. El costo real de la congestión portuaria para las líneas navieras es la pérdida de ingresos de los buques que tienen que ser cancelados por falta de tonelaje. A un VLCS típico que lleve una carga de 4.000 contenedores de 40 pies con carga spot entre Shanghái y Los Ángeles generaría unos ingresos de US$16 millones sólo en el viaje de ida.
Aparte de la pérdida de ingresos, la cancelación de zarpes también reduce la posibilidad de reposicionar contenedores de 40 pies vacíos de vuelta a China. Todas las líneas navieras han aumentado su capacidad en el Transpacífico en los últimos seis meses, excepto ONE (-8%). La naviera japonesa ha trasladado parte de su capacidad a la ruta Asia-Europa, pero ha sido compensado con creces por sus socios de THE Alliance, Yang Ming, HMM y Hapag-Lloyd, que han aumentado su capacidad un 15% por encima de la media del mercado.
FUENTE: MUNDO MARITIMO (CL)