La península de Santa Elena se introduce cada vez más en el cultivo del banano orgánico. Las plantaciones de esta fruta han ido creciendo y la mayor parte se enfoca en cultivar un banano libre de productos químicos durante su proceso de siembra y crecimiento.
Tierras que eran vírgenes de la zona sur de la provincia han acogido nuevas plantaciones en los últimos años. Según datos del Ministerio de Agricultura, en esa provincia costera hay 1.940,79 hectáreas de banano, de las cuales 1.537,37 son de fruta orgánica.
El hectareaje bananero sembrado corresponde a unos 20 predios, aunque hay una superficie no regularizada. El Ministerio calcula que aproximadamente el 15% a 20% no está regularizado.
Bananeros calculan que actualmente la zona sembrada puede estar en 3.000 hectáreas, entre las anteriores y las que se están cultivando.
Durante el 2019, Santa Elena exportó 64.754 cajas de banano de 43 libras semanales y en el 2020, el promedio semanal fue de 79.064 cajas de 43 libras, según el Ministerio.
El banano orgánico peninsular sale principalmente a países de Europa y Estados Unidos, donde hay consumidores que demandan fruta libre de agroquímicos.
Richard Salazar, director ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec), sostiene que la zona de la península de Santa Elena se ha especializado en banano orgánico por factores climáticos y por tratarse de tierras vírgenes.
“Las ventajas de sembrar en Santa Elena son importantes, porque son suelos vírgenes”, dice Salazar.
FrutaSiete es una empresa que llegó a sembrar banano orgánico cerca de la zona desértica de El Azúcar. Su fruta sale a Estados Unidos, Canadá, y la Unión Europa. Otra parte va a Israel bajo el código kosher.
FUENTE: EL UNIVERSO (EC)