Aunque hay un déficit de pitahaya blanca de importación, el próximo suministro no será el esperado. «Los envíos desde Ecuador se reanudarán en los próximos 10 días, pero la oferta será escasa», advierte Alan Goldberg, de A&B Tropical Produce, quien añade que el hueco de suministro es breve, ya que hasta la semana pasada recibían fruta. «El contraste con el año pasado es considerable, pues entonces teníamos fruta en abundancia y los precios cayeron a cifras de un solo dígito e incluso estuvieron en consignación durante un tiempo».
La razón por la cual el suministro próximo será escaso no acaba de estar clara. «En diciembre y enero, predecían el mismo tipo de producción para febrero-marzo y nunca sucedió. Hubo fruta, pero no tanta como el año pasado», recuerda Goldberg.
Aunque las condiciones meteorológicas podrían haber contribuido, el hecho de que el año pasado hubiese tanta producción incidió en los ingresos de muchos agricultores y, a su vez, la recuperación de la inversión de las explotaciones agrícolas fue insuficiente. «Se abandonaron muchas tierras», afirma Goldberg. Además, es posible que los expedidores también hayan suministrado menos género que el año pasado para asegurarse de que los precios no cayeran a los mismos niveles que entonces. «Para los importadores fue un revés. Esperábamos que se abrieran las compuertas del suministro y nunca sucedió», añade.
Retos de la demanda
En cuanto a la demanda, ha estado bien, aunque la fruta es de buena calidad, lo que favorece las ventas. «No es espectacular. El sector ha estado de capa caída en general y las cosas no se han marchado demasiado bien este año, pero hay una demanda decente», explica Goldberg. «He hablado con mucha gente del sector y el año pasado fue malo para todos, y están intentando salir adelante para ver qué ocurre».
Mientras tanto, es difícil saber cómo va a desarrollarse la producción de pitahaya de Florida, que comienza en junio y alcanza su máximo entre julio y septiembre. Se prevé que Florida también tendrá menos producción que otros años. Tradicionalmente, la producción se centra en la región de Homestead, aunque Goldberg señala que también se está consolidando en el norte, cerca del lago Okeechobee. «Son principalmente plantaciones pequeñas. Sin embargo, es difícil tener una idea clara de lo que se está produciendo. Muchas de esas plantaciones también están en manos de vendedores del noreste, como Nueva York. Están haciendo tratos según los cuales, en algunos casos, son propietarios de la explotación. Es una forma de consolidación», afirma.
No sorprende que, en este momento, los precios sean altos, casi de 30 $ FOB Miami, por la falta de oferta. Antes de este déficit, oscilaban entre 16 y 18 $, que es donde se espera que vuelvan una vez que se eleven los envíos, aunque también dependerá de cómo sean estos.
Fuente: El Productor