El incremento del bloqueo de la cadena de suministro contenerizada ha impulsado los fletes marítimos para las rutas Este-Oeste en un 23%, después de tres semanas de haber terminado el 2020, en comparación con el final de dicho año. Asimismo, las tarifas son mucho más elevadas si se tienen en cuenta los llamados servicios premium garantizados, que algunas líneas ofrecen a clientes desesperados. Esto supone un territorio sin precedentes, puesto que es difícil pensar en un momento con tan poca visibilidad del mercado actual o previsibilidad de las perspectivas a corto plazo como ahora. Frente a este escenario, transportistas explicaron a Drewry cómo piensan ayudar a reparar el sistema.
De momento, ninguno de los transportistas se encuentra lo suficientemente seguro como para dar una predicción sobre cuándo podría terminar la crisis actual, pero la opinión consensuada es que se habla de meses más que de semanas.
«Aunque la visibilidad sigue siendo limitada debido a los numerosos factores en juego, se trata de una situación temporal tanto en términos de patrones de compra, como de disponibilidad de equipos y buques. Esperamos que las cosas se normalicen durante el primer semestre de 2021, aunque es difícil decir si será en marzo o en mayo (…) Por tanto, parece probable que los expedidores tengan que soportar estas elevadas tarifas de flete durante algún tiempo, pero es posible que veamos desaparecer algunas de las tarifas ‘premium’ más extravagantes mucho antes», dijo uno de los transportistas.
Con las largas colas que se forman en los principales puertos del mundo, los transportistas probablemente hayan superado el punto óptimo. La congestión creó la demanda de esos productos premium en primer lugar, pero el problema se ha deteriorado tan rápidamente que es posible que se haya llegado al punto en el que les cueste cumplir sus promesas y se vean obligados a reembolsar la garantía de la tarifa de flete.
Históricamente, el mercado de las líneas marítimas ha sido muy poco flexible a las tarifas de flete y aunque todavía no hay pruebas que sugieran que la demanda se haya visto afectada por el aumento de los costes de transporte, los propietarios de la carga pronto deberán considerar la posibilidad de moderar los pedidos debido a los graves retrasos.
Para evitar retrasos y mejorar la congestión portuaria, Drewry espera que los transportistas ajusten sus operaciones a la baja, para que encajen con las operaciones en tierra, que enfrentan dificultades, dándoles espacio y tiempo para que se arreglen. Esto implicará servicios más flexibles que eviten los lugares más congestionados, lo que podría ofrecer una nueva fuente de ingresos a los transportistas para cobrar tarifas más altas en los servicios no afectados, pero en general se ve que los servicios premium se vuelven menos comercializables a medida que la crisis disminuye.
FUENTE: MUNDO MARITIMO (CL)