En Quito se abrirá el primer restaurante del país que fusiona el cacao fino aroma ecuatoriano con la gastronomía nacional. Conversamos con Pamela Paredes, la propietaria de Khuyay. Es esposa y madre de tres hijos, con amplia trayectoria en diseño de interiores y construcción, que decidió emprender con la chocolatería para transmitir identidad ecuatoriana y amor a nuestras raíces.
Su empresa nació hace dos años, si es diseñadora de interiores, ¿por qué apostó por el cacao y el chocolate?
Estudié Administración Hotelera y he venido trabajando durante algunos años en el campo de la construcción y diseño, pero siempre en mi corazón existió el sueño o ideal de emprender en el sector de alimentos y bebidas.
El chocolate o bebida de los dioses, como lo conocían, es un producto muy apetecido en el mundo entero por su delicioso sabor, aplicaciones y por los múltiples usos que tiene.
Nací en el país con el mejor cacao del mundo, esa ha sido mi mayor inspiración a la hora elegir un producto tan noble para mi proyecto.
¿Dónde, cómo y con quién cultivan el cacao?
Al momento, compramos cacao orgánico certificado a pequeños productores certificados. Estamos convencidos en las políticas de comercio justo y apoyo a pequeños productores como modelo de negocio, el trabajo mancomunado es la clave para el desarrollo y progreso en Ecuador y más aún en este sector del cacao.
¿Cuál es la producción anual
La producción anual de la finca es de 500 toneladas.
En este país hay cacao de gran calidad con el que fabrican chocolates en grandes y famosas empresas de Europa. Por ejemplo, Ferrero Roche, en Italia. Eso ha hecho que se difunda Ecuador y ese producto estrella. ¿Qué más se puede hacer en ese sentido?
Para que un chocolate en el mundo cuente en con la calidad de gourmet debe contener un porcentaje de cacao fino de aroma ecuatoriano, o cacao arriba porque tiene la gran calidad.
Esta es la principal razón por la que empresas líderes en el mundo en la fabricación de chocolate lo han elegido, pero esto me lleva a una pregunta, ¿por qué nosotros que tenemos la mejor materia prima no podemos también tener el mejor chocolate?
Es muy importante exportar la materia prima, pero necesitamos activarnos y tener ya una meta de procesarla en productos ya terminados como el chocolate, por ejemplo.
Tenemos algunas empresas locales que elaboran chocolate, pero su precio es de 10 dólares por tableta. Es claro que es un producto para extranjeros porque el mercado local no puede pagar esos precios. ¿Qué dice usted?
La producción de tabletas de chocolate en condiciones de calidad, es decir, utilizando productos orgánicos en toda la cadena de producción, así como grasas no saturadas y azúcares no nocivas para la salud, conlleva mayores costos de producción. Esos son valorados y reconocidos en mercados internacionales.
Sin embargo, nuestro propósito es generar una cultura de consumo de un buen chocolate, que sea accesible a todos los presupuestos. Mantenemos procesos artesanales y utilizamos materia prima excelente calidad, y si tenemos procesos eficientes tendremos precios más accesibles.
¿Por qué abrir el restaurante de chocolate orgánico Khuyay Gourmet en medio de la pandemia?
Es una pregunta que todos me la hacen, pues la verdad la situación de pandemia ha sido un golpe muy fuerte para todos. Pero la emergencia sanitaria nos ha permitido el ver la vida de otra manera, valorando cada minuto, y sobre todo sabiendo que es ahora el momento para cumplir nuestros sueños.
La crisis me permitió concentrar mi energía en un proyecto que lo tenía ya en mente y si bien es cierto he tratado de ser muy conservadora en la planificación financiera, la única forma que tenemos de salir adelante es emprendiendo, pero de forma planificada.
Queremos brindar a nuestros clientes un espacio muy acogedor donde puedan no solo conocer del cacao y de nuestros chocolates, sino también de la cultura y gastronomía ecuatoriana, la idea es vivir una experiencia.
¿Cómo generar el concepto de identidad y amor por el país y su cultura con la elaboración del chocolate?
El cacao nació en la Amazonia ecuatoriana y eso parte de nuestra historia, tradiciones e identidad, pero hace falta difundirla y apropiarnos de ella.
El amor por un país tan rico como el Ecuador debe ser un sentimiento latente en cada uno de nosotros, el amor por nuestra historia, diversidad, productos, el saber que estamos en la mejor ubicación geográfica.
¿Puede explicar cómo será la gastronomía fusión con el chocolate?
El chocolate es el protagonista en Khuyay, la mezcla de texturas, aromas y sabores, permite que lograr un maridaje perfecto entre el chocolate carnes, pescados, frutas y varios productos propios de nuestra gastronomía.
Una experiencia que involucra los cinco sentidos.
Hay libros dedicados al chocolate. Quizá el más famoso sea Como agua para el Chocolate, de Laura Esquivel. Usted que es amante del chocolate, ¿cómo mira esa mezcla de literatura y este producto?
El libro tiene una narrativa muy familiar, un realismo mágico que muestran las emociones con la comida. El ánimo de Tita, la protagonista, influía en el sabor de sus preparaciones y causaban estragos en quienes las probaban. Es la manera más clara de ejemplificar los múltiples sentimientos que se transmiten por medio de la gastronomía con el chocolate.
También el cine tiene películas sobre el tema. Recuerdo el film francés Chocolat, ¿usted cree que esa fascinación por ese producto incentiva el mercado y puede ayudar a mejorar la calidad de vida de los pequeños productores?
Totalmente, el chocolate ha causado fascinación en todas las épocas por su delicioso sabor y por las maravillosas propiedades. Ha sido el motor de la economía ecuatoriana por muchos años. Tenemos que volcar nuestra mirada a este fruto tan preciado y explotar el potencial tan maravillo que posee, es un producto que puede cambiar la calidad de vida de todo lo que gire en torno al maravilloso mundo del chocolate.
FUENTE: EL TELEGRAFO (EC)