Desde que se anunció el alza del precio de los combustibles, el debate se ha centrado en cómo el Gobierno compensa a los taxistas y transportistas que amenazan con protestas callejeras, pero nada se ha dicho sobre el mecanismo que Petroecuador está empleando para fijar el costo de la súper y el diésel. Un sistema que, para algunos analistas, se estaría manejando de forma discrecional, y que deja abierta la puerta a nuevos incrementos de valores.
En agosto pasado, el costo del galón de súper subió de $ 2,34 a $ 2,98. No obstante, el último Decreto Ejecutivo 619, que delinea la reducción de subsidios a los combustibles, dio la facultad a la estatal petrolera de fijar mensualmente valores a ambos productos. Eso llevó a que, a finales de diciembre el costo del galón nuevamente vuelva a subir de $ 2,98 a $ 3,10.
De lo que se conoce, la base de referencia para fijar los valores es el precio internacional de crudo, pero a ello la estatal debe sumar otros costos logísticos como el flete y márgenes de ganancia. No obstante, dice Francisco Swett, exministro de Finanzas, el mecanismo sigue sin aclararse. No se ha dicho con qué empresa se contrata la compra de combustible, tampoco las condiciones de contrato. “Yo tengo la sospecha de que puede haber un negociado bien serio en la compra, porque esos precios a los que ahora se vende están muy por encima de lo que, yo veo, se cotiza en el mercado externo”.
El nuevo esquema, acota, obvia además la creación de un fondo de acumulación al que se puede recurrir para dar un equilibrio a los precios, en caso de que el crudo llegara a subir demasiado. “Si el día de mañana el barril de petróleo sube a 100 dólares, entonces la gasolina premium en vez de costar 3 dólares, acá la podrían vender en 4,50. Eso es lo que nos están diciendo”, dice Swett.
Los analistas se refieren también a la discrecionalidad en la que la Estatal estaría cayendo a la hora de fijar los nuevos valores. La pregunta es si los combustibles que adquiere realmente son la mejor opción, o si existen productos más baratos y de mejor calidad de los que se están vendiendo localmente.
Este Diario hizo consultas al Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables, para tener más detalles en el tema de fijación de los nuevos precios, pero no fue posible. Para René Ortiz, exsecretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), poner a Petroecuador como el regulador de mercado es volver atrás y alejarse del objetivo de mover la economía nacional hacia un libre mercado. Si ya se decidió liberar los precios de estos combustibles, lo idóneo, explica, es acabar con el monopolio que hay en la importación de combustibles. “Lo ideal es que cada compañía comercializadora, la Exon Mobil, la Primax, traigan sus combustibles. Así como se permite a los industriales comprar su diésel, deberían liberalizar la importación de estos productos”, sostiene.
A inicios de enero, Petroecuador resolvió volver a fijar la súper en $ 2,98, pero para febrero se espera que haga una nueva revisión. Lo mismo deberá hacer con el diésel para la venta al público, a partir del 15 de enero próximo.
El detalle:
Reforma histórica. La revisión de la reducción de subsidios es una política que llegó a tomarse luego de 40 años de entrega de este beneficio.
FUENTE: DIARIO EXPRESO (EC)